Primero pinta dos o tres cubos metálicos (según del espacio del que dispongas) de un color que te guste y que vaya con la decoración de tu cocina.
Una vez hayan secado, coloca drenaje de piedra en el interior de cada uno y sobre éstas, las plantas con maceta.
Para terminar marca en la pared la disposición en la que irán colgados los cubos. Utiliza un nivel de burbuja para asegurarte de que están bien alineados, y perfora y coloca los tacos y los ganchitos para colgarlos.