El álbum de recuerdos, el diario secreto donde se recogen las fotos, cartas, mechones de pelo de la persona amada, parece cosa del pasado. Sin embargo, conservar imágenes, palabras y testimonios de los momentos importantes de la vida puede mostrarse como un modo muy agradable de cuidar los propios recuerdos.
Un paseo por el bosque, un viaje en buena compañía en busca de lugares llenos de riqueza natural, unas vacaciones en la montaña pueden "fijarse" largo tiempo en la memoria, no sólo con bonitas fotografías en color, sino también con ramilletes de flores prensadas, que pueden transformar un álbum frío en un libro para hojear con los amigos o las personas queridas. Bastará confiar a una novela de aventuras la tarea de acoger las flores recogidas en el viaje o recibidas como regalo en una ocasión especial.
Las páginas de un álbum de fotografías hecho a mano en papel (que se encuentran en buenas papelerías) recogerán después, junto a las imágenes, las flores ya privadas de humedad, pero siempre ricas de significado y valor, todas esas vivencias.
