SEGURO QUE TIENES en el trastero alguna raqueta vintage guardada acumulando polvo, de cuando eras adolescente o por que es herencia de tu padre, de tu hermano o de tu abuelo, y no la tiras por que te trae muy buenos recuerdos.
Ahora puedes lucirlas en tu hogar dándoles un aire nuevo sin que pierdan su personalidad y sobre todo su valor sentimental. Tan sólo tienes que convirtirlas en unos originales espejos de pared.
Y si tus raquetas no son vintage porque eres deportista y juegas a tenis o squash en la actualidad, cuándo renueves tus raquetas por unas nuevas, reutilízalas, no las tires. Quítales la red y encarga a un cristalero unos espejos a medida.
Fuente imagen: Velvet Ribon
