SI EN UNA COMIDA O CENA NAVIDEÑA EN FAMILIA, se te ha echado el tiempo encima y no te ha dado tiempo a comprar unos espectaculares centros de mesa, o no has encontrado los que buscabas tanto por precio como por calidad, no te quedes sin ponerlos. Se original e improvisa. Saca de dentro de ti ese gusto exquisito que llevas dentro y el mayor partido a las cosas que tienes ya en casa, sin gastarte dinero o por lo menos, intentando gastar lo menos posible.
Nos pasa a todos, que en Navidad solemos gastar más de lo que deberíamos o de lo que podemos, poniendo excusas como "porque es Navidad...". No tiene porque ser así.
Los centros de mesa son ciertamente algo llamativo, que cuánto más espectacular más viste una mesa bien conjuntada, e impacta a primera vista. Pero también tienes que pensar y ser realista, que una vez que todos tus familiares o amigos estén sentados alrededor la mesa y empecéis a sacar platos y platos, botellas, etc, os van a estorbar ahí en medio porque quitan espacio, y al final nadie lo quiere tener pegado en sus narices. Así que si optas por un centro o centros de mesa más sencillos, quedarás igual de bien que con un grande, llamativo y espectacular, porque al final, va a ir a parar al mismo sitio: fuera de la mesa.
Con estos sencillos tríos de velas, lograrás crear un efecto muy bonito y habrás creado un elegante y fino centro de mesa, sin complicaciones y sin gastarte mucho dinero.
Para montarlos, tan solo necesitarás; 3 velas finas altas blancas, 3 platos pequeños de porcelana, y flores grandes naturales (más caras) o artificiales de color rojo. Pega las velas al plato calentando la base de las mismas con una cerilla y para terminar coloca alrededor de cada vela, 4 flores rojas.
